Dos caminos

El primero empieza un 26 de Agosto de 2021, donde me embarco sola durante 13 etapas y 300 km. El objetivo no es el destino, sino el camino en sí mismo y conmigo misma.

He dejado cierto margen a la incertidumbre, hay cierto nerviosismo en mí aunque he de reconocer que me siento cómoda con ello a pesar de gustarme la planificación y el tener las cosas bajo control. En esto último, estoy soltando poco a poco las cuerdas, algo que hasta ahora era una forma de aplicar en mi vida diaria. La experiencia de soltar está siendo tremendamente reveladora, además de hacerme sentir más libre, más yo en esencia.

No deseo tener expectativas respecto a estos días, tan sólo dejarme llevar por lo que venga. Todo lo que sucede y cuánto sucede, es lo mejor de cuanto podría suceder.

Estoy súper agradecida de lo que en las últimas semanas ha llegado a mi vida, la gente bonita que ha venido para enseñarme, maestros y maestras en algo. Desconozco cuánto tiempo permanecerán aunque desde el primer momento tengo claro que no se trata de la duración, sino de la calidad de estos vínculos. Vínculos en los que te ves reflejada, en luces y sombras, de los que sales reforzada sí o sí, en los que tienes una confianza y seguridad que puedes SER.

Descubres la autoconfianza que hay en ti, que hasta ahora no reconocías, comienzas poco a poco a valorarte y no me refiero sólo al amor propio o aceptación física, que también, sino a reconocer tus habilidades o dones, esos que de forma natural te nacen.

Cuando realizas ese cambio, esa apertura a tu interior (tu esencia), empieza a entrar en tu vida (o empiezas a atraer, quiero pensar) aquello que vibra en tu mismo nivel de energía. Algo para lo que estás preparadx viene, para mostrarte lo que ERES, para brillar. Siempre habrá quien no comparta o entienda el cambio, pero las personas se van «reinventando» o «cambiando» a lo largo de la vida, como el cuerpo. Puede sonar muy escéptico, lo sé. Hablo desde mi vivencia.

El segundo camino comienza en Septiembre, con mucha ilusión y ganas, parte de un proceso personal que me ha llevado a seguir este sendero. Algo que habitaba en mí, que con el proceso de mirar dentro, salió a la luz, de forma consciente, muy sutil pero con constancia ha ido creciendo durante los últimos meses y semanas.

Abruma mucho todo, así como la curiosidad por seguir desentramando ese personaje que te creaste y que quieres retirarle la máscara para descubrirte.

Seguir aprendiendo, teniendo conversaciones en las que puedas cuestionarte, abriéndote a la vida tal cuál, sin retenciones, sabiendo poner(te) límites así como dejando fluir las cosas (la vida), cogiendo las riendas, siguiendo la intuición (qué gran desconocida hasta ahora) y dando lo mejor de ti en todo momento sin esperar reciprocidad. Sobretodo actuando siempre desde el amor que habita en ti.

No hemos venido aquí a demostrar ni a cubrir expectativas a nadie. Tan sólo a vivir tu vida en base a lo que ERES, siéndote fiel.

Confía en ti y en la vida, sin dramas. Todo pasa. Wu wei.

Un abrazo.

PD: la canción, que no se me olvida.

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